miércoles, 19 de noviembre de 2008

BASES PARA UNA ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA

La sensación térmica de la política y la democracia en nuestro país denota la preocupación de la ciudadanía por la necesidad del surgimiento de una alternativa política y democrática al actual régimen, de alta importancia para establecer un equilibrio político, que evite las acciones autoritarias e intervenciones desproporcionadas y parcializadas de nuestros gobernantes en los distintos ámbitos de la vida pública y privada, tanto nacional como internacional.

Esa sensación es exteriorizada en todo el territorio nacional por cuanto ciudadano organizado o no que advierte los peligros de un totalitarismo inescrupuloso que comienza a imponerse, particularmente en las áreas urbanas y con mayor insistencia en aquellas donde la intolerancia gubernamental y los enfrentamientos han marcado la historia reciente de nuestra patria. En ese orden, lideres locales, grupos organizados, organizaciones políticas y en general muchos ciudadanos no vinculados a la política, plantean el debate sobre el tema, a pesar de contener diferencias importantes, expresan la voluntan seria de avanzar hacia un objetivo de esta naturaleza ante los inminentes acontecimientos electorales en puertas como son el referéndum del 25 de enero y posibles elecciones de diciembre de 2009.

Estas ideas son producto de conversaciones con más de 150 hombres y mujeres de los 9 departamentos que buscan preocupadamente defender la democracia y construir una nuevo país democrático. La reflexión entre otras cosas plantea los siguientes criterios sobre una alternativa democrática seria, aunque no necesariamente la única.

1.- Unidad en las bases

Una coincidencia generalizada es que la crisis política ha dispersado a los actores, focalizando sus perspectivas a ámbitos inminentemente regionales o locales municipales, pero esta dispersión como señalan muchos no debe entenderse como sinónimo de debilidad política, más al contrario presenta fortalezas interesantes por cuanto el concepto de oposición al régimen ha pasado de focos concretos a amplios ámbitos sociales y ciudadanos, es decir, que no solamente el político o el líder expresa su malestar contra las acciones del Gobierno y a la que la ciudadanía debe seguirle o estar de acuerdo con su opinión, sino que es la misma sociedad en sus diversas expresiones que asume posiciones criticas producto de su reflexión propia y su testimonio de vida como actor o espectador de los acontecimiento políticos de la coyuntura, sintetizando en una frase esta realidad – la oposición somos todos. Sin embargo se considera la dispersión como un obstáculo para construir una sola opción representativa de los intereses de la sociedad particularmente en las ciudades.

En la dispersión se advierte muchos liderazgos emergentes, nuevos y novedosos, otros, muy pocos resabios básicamente en ejercicio de algún tipo de cargo público, con capacidad de lograr victorias locales en futuros procesos electorales, más potencial es aun las posibilidades si estos líderes construyen alianzas entre ellos y con la ciudadanía – oposición - como el caso de la Prefectura de Chuquisaca, significando este desafío incrementar la eficiencia de la acción política electoral, reducir los costos de campaña, contar con varias fuentes de financiamiento y partir con una cierta base de ciudadanos afines dispuestos a manifestar su apoyo con su voto.

2.- Nada con el pasado y la polarización

Esta necesidad de construir una alternativa democrática al proyecto hegemónico del Gobierno expresada por actores locales, organizaciones sociales, agrupaciones ciudadanas debe responder de manera transparente al clamor de la ciudadanía de responsabilizar la tarea de construir una proyecto alternativo a los nuevos liderazgos emergentes de la sociedad, que no tengan vinculación connotada con la historia política de este último tiempo, que tengan suficiente madurez para demostrar una mayor comprensión de la realidad y la democracia a efecto de caer en las trampas del poder y el autoritarismo.

Un proyecto alternativo no puede ni debe ser sinónimo de experiencias pasadas a la que se denomino – coalición, megacoalición, instrumento político etc. por cuanto el propósito no solo es equilibrar la balanza de la democracia, sino ofertar una alternativa de esperanza a los bolivianos, con capacidad de resolver sus problemas económicos, políticos y de un mejor futuro.

Contaminar un proyecto político con personajes del pasado o que expresen intereses nítidamente de la reciente polarización que nos llevo a una estado de cuasi división del país, es simplemente repetir la historia y horadar en el mismo barro que nos ha conducido al lugar en que nos encontramos.

3.- Referente Nacional

Otro criterio importante, es que junto al idea de que debe construirse unidad en las regiones y ámbitos políticos, como también no contaminar un proyecto alternativo con gente del pasado y la polarización, es imprescindible contar con un líder nacional – al que nosotros llamamos un REFERENTE NACIONAL que aglutine a todos los actores políticos y ciudadanos, cuya capacidad de este REFERENTE NACIONAL sea probada para dirigir un país que se encuentra en semejante estado de crisis, que cuente con una voluntad de diálogo y concertación que sobre pase las barreras hoy existentes, con una vocación democrática interna y externa, capaz de vencer SU PROPIO EGOCENTRISMO NAPOLEONICO, por cuanto no se necesita PERSONAS QUE CREEN QUE EL MUNDO GIRA A SU alrededor si no conductores de una nueva patria que requiere soluciones para 8 millones de habitantes.

4.- No más aventuras

Un factor advertido en la conversaciones manifiesta su alta preocupación por las condiciones económicas, democráticas, políticas y de respeto a los derechos humanos; en este orden es elocuente que la alternativa democrática y quien los represente nacionalmente, debe construir una propuesta que responda de forma consistente a los escenarios de crisis que vive el país, es decir, que para el tema económico debe construirse una propuesta basada en la realidad técnica y no en la demagogia política que ha hundido al país, en lo democrático se debe apuntar a construir un sistema político que fortalezca el equilibrio democrático y no como en el pasado reciente por demagogia desconozca al parlamente y al sistema de partidos, en lo referente al Estado de Derecho, la Seguridad Jurídica y los Derechos Humanos respete la aplicación de la Constitución y la Ley y no asuma que este es EL PODER Y LA LEY.

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